Cirupita

11 noviembre 2006

Del Quijote

".. apretóme más entre sus brazos, de los cuales jamás me había dejado, y con esto, y con volverse a salir del aposento mi doncella, yo dejé de serlo y él acabó de ser traidor y fementido."

El Quijote de la Mancha, capítulo XXVIII.