¿Discutes mucho con tu pareja cuando viajas en coche?
El tebeo consta de 12 tomos que, contra todo pronóstico de editores y medios de comunicación conservadores, tuvo gran éxito de ventas en Francia, así como en todos los países de Europa y Asia donde ha sido publicado, traducido a más de 10 idiomas.
Oswaldo Guayasamín, ecuatoriano universal cuya obra trasciende todas las fronteras mostrando al mundo el drama de la vida, plasmando en el lienzo y las formas la angustia de los personajes de una América nuestra que lucha por crecer y sobrevivir.
Nacido en Quito el 6 de julio de 1919, de padre indio y madre mestiza, orgulloso de sus raíces, crea, afianzado sobre las mismas, un retrato de la realidad social y humana actual como denuncia del presente en que vivimos.
Avergüenza al mundo con su obra retratando nuestros crímenes, dibujando la angustia y denunciando la injusticia de una sociedad enajenada de sus raíces y de sus propios miembros.
Tan temprano como a los 8 años de edad su espíritu empieza a manifestarse en el trazo, mostrando su pasión artística al tiempo que pasa por varios colegios, donde tiene problemas por sus caricaturas de maestros y compañeros de clase.
En 1944 y 1945 parte con dos amigos a descubrir su continente, América del Sur, visitando Perú, Bolivia, Argentina, Uruguay y Brasil, dando lugar a una serie de cuadros impactantes que llamó "Huacayñán" o "el camino de las lágrimas" en lengua quechua.
Los conflictos bélicos, la opresión política y la injusticia social lo llevaron ya en los sesenta a "La Edad de la Ira", con una serie de exposiciones alrededor de Europa y América, sacudiendo la consciencia del público, desde Roma hasta Santiago de Chile, desde Praga hasta México, en Madrid y San Francisco.
Con los años y la madurez, su espíritu de rebelión y denuncia, pasión y angustia, mantiene la misma fuerza en su expresión, pero abriendo cada vez más la ventana, la puerta de "la ternura".
Y al acercarse el fin de siglo, el artista continua evolucionando y creando, ya que como él mismo dice...
Hay quien nace viejo y muere de lo mismo, sin enterarse siquiera de su paso por la vida. Hay quien nace y muere joven, eternamente joven, renovador y creativo.
R. BOSCO / S. CALDANA, EL PAÍS - 16-11-2006
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Epiménides fue un legendario poeta griego que vivió en Creta hacia el siglo VI a.c.
Según se cuenta, un día dijo:
“Todos los cretenses son unos mentirosos”
Sabiendo que él mismo era cretense, ¿Decía Epiménides la verdad?
De: Paradojas, Martin Gardner, Labor, Barcelona 1989.
Etiquetas: Paradojas
El Diccionario de la Real Academia Española define Paradoja como:
1. f. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas.
2. f. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera.
3. f. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre.
Martín Gardner dice que hay de cuatro tipos:
Voy a dedicar de vez en cuando un rato a presentar alguna paradoja curiosa ¡[]!
Etiquetas: Paradojas
¿Cuantas letras tiene la respuesta a esta pregunta?
".. apretóme más entre sus brazos, de los cuales jamás me había dejado, y con esto, y con volverse a salir del aposento mi doncella, yo dejé de serlo y él acabó de ser traidor y fementido."
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
"El hacha y la rosa" 1993
Artículo (extracto) de VICTORIA FERNÁNDEZ en BABELIA, EL PAÍS, 11-11-2006
Dicen los expertos que a partir de los 12 años los índices de lectura caen en picado. Llegados a la adolescencia, los niños que leían a buen ritmo por prescripción escolar dejan de hacerlo. ¿Revolución hormonal? ¿Cambio de intereses? ¿Rebelión ante las recomendaciones adultas? De todo un poco. Pero, sobre todo, parece que una de las cuestiones que más les aleja de las lecturas recomendadas es la "afrenta" que supone para ellos, que ya se consideran "mayores", que se les recomiende leer literatura "juvenil", calificativo que les remite, irremediablemente, a la literatura infantil de "cuando eran pequeños". Ante este problema, no menor, son muchos los profesores de los últimos cursos de secundaria y de bachillerato que han optado por proponer a sus alumnos lecturas para adultos, de Stephen King y Paul Auster a Dostoievski, pasando por Neruda y Machado.
No está comprobado que estas nuevas ofertas gocen de una gran acogida. Y es que, como ya ha dicho alguien, con acierto, "la afición por la lectura no se enseña, se contagia" y, lamentablemente, los profesores leen poco y en los hogares españoles hay poco lugar para los libros y la lectura. ¿Qué hacer, pues? ¿Cómo convencer a esos posibles lectores tan ajenos al mundo del libro? Insistir, desde luego. Pero, sobre todo, acertar en la selección. Y eso, la buena selección, es otro problema, porque ante la abundantísima oferta de novedades, no es fácil orientarse. Hay que buscar información, opiniones de expertos, críticas, ideas novedosas.
Juan Ramón Jiménez